Estandarización de datos e interoperabilidad del sistema de salud

La interoperabilidad es esa facilidad de conectar varios sistemas y que hablen el mismo idioma. Contar con esta opción es muy importante porque nos convierte a nosotros como clientes de los servicios de salud, en dueños de nuestra información. Así podemos disponer de información sensible y detallada cuando sea necesario

En su ruta por mejorar la seguridad y experiencia del paciente, Costa Rica debe asumir la estandarización de datos en salud como un proyecto país.


¿Esto qué significa? La posibilidad de contar con un expediente digital que esté disponible para el usuario, es decir, que exista un único expediente en donde el usuario se convierte en el dueño de su información y puede emplearla en los sistemas de salud y farmacias cuando así lo requiera.


El impacto de esta práctica colocaría al paciente en el centro del ecosistema de salud, garantizando su bienestar y una atención asertiva y precisa, así lo señala Angie Jiménez, estratega de cliente y socia de Extendo, firma especializada en servicios de datos para la gestión del valor del cliente.

La estandarización de datos no es un tema nuevo, pero sin duda alguna la pandemia por la Covid-19 evidenció la necesidad de contar con esa interoperabilidad entre los diferentes expedientes digitales

En Costa Rica el sector salud enfrenta actualmente un enorme problema ante la ausencia de interoperabilidad de los datos, porque aunque los datos existen, se encuentran fragmentados, y es una realidad que se hace más evidente entre los sistemas de atención públicos y privados.


La interoperabilidad es una práctica que ya está presente en Europa y se asoma en Latinoamérica en países como Chile, Brasil, Ecuador y Uruguay, donde da sus primeros pasos.


Centralizar y catalogar correctamente los datos sanitarios tiene importantes ventajas en muchos ámbitos, los cuales pueden visualizarse en una pirámide.

“El objetivo primario debe ser estandarizar, para hacer posible la interoperabilidad y luego pensar en el análisis de datos”, recalca Jiménez, quien expresa que los alcances son potencialmente prometedores, en especial para Costa Rica que cuenta con uno de los sistemas de salud más robustos a nivel mundial, por lo que el reto inmediato que enfrenta el país es innovar y aplicar otras herramientas tecnológicas.


La interoperabilidad, que se logra a través de una estandarización de datos, se convierte también en la plataforma para generar políticas públicas, ya que permite identificar, por ejemplo, patologías comunes en una región, sus factores asociados, y con ello trabajar en iniciativas de prevención y también educativas.

Los datos generados pueden ser relevantes para usuarios e investigadores de otros lugares, o para una gestión local y atención sanitaria. Permiten eliminar y/o reducir notablemente las ineficiencias por la duplicidad en los procesos de obtención de información y en los tiempos de espera, mejorando diagnósticos y tratamientos, porque al final impactan positivamente en la calidad de vida de una persona.

En este proceso hay un conjunto de actividades que forman parte del reto. Que todas las organizaciones de salud puedan ser interoperables, implica no solo un compromiso de parte de los sectores participantes, sino también, y no menos importante, la generación de políticas en ciberseguridad para que los datos estén bien gestionados y seguros.


En Costa Rica lo ideal es que la CCSS, como ente rector de la gestión médica, pueda adoptar la estandarización, sin embargo, hay otras organizaciones que la pueden aprovechar para dar servicio a los pacientes.